¡¡¡ QUE SEA DE HUELVA ¡¡¡

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sábado, 14 de diciembre de 2013

Trigueros: Círculo Recreativo y Cultural Estilo, confort y belleza

Fachada del Casino de Trigueros. Situado en un antiguo convento convertido en sede de actividades culturales, que jamás pudieron soñar con tener un marco tan espléndido, este casino es heredero de dos anteriores.
Al llegar a Trigueros,Marcelo, mi amigo de tiempos casineros y mozos, me conduce a una plaza tranquila, agradable y donde hay bancos de los de antes, para poder descansar, leer o disfrutar de un ambiente sosegado. En uno de los lados de la plaza, un antiguo convento convertido en sede de actividades culturales, que jamás pudieron soñar con tener un marco tan espléndido. Dentro, una belleza impensable desde fuera.
Enfrente, una calle que debe ser principal, porque los coches que entran en la plaza se adentran por ella hacia arriba, en suave pendiente. Más tarde supe que al final de ella estaba el corazón de Trigueros, con su iglesia y el comercio de siempre. Y calles peatonales que antes no lo eran porque no hacía falta.
Al inicio de tal calle, en esquina amplia que domina la plaza en la que estamos sentados, un edificio de porte descarado, chaflán de dos balcones y dos fachadas con rejería sureña. Bello, impresionante, reclamando ser mirado. Y Admirado, diría yo, una vez recreada la vista en su oferta arquitectónica.
Es el Casino de Trigueros. Heredero de dos anteriores que cubrieron la etapa clásica de ‘ricos’ y “trabajadores”, o “de nómina”, como dice Marcelo. Estos casinos que fueron, siguen recordados en sus antiguas sedes, respetadas las fachadas y el interior, pero convertidos en otros usos particulares.
Sala del interior del Casino de Trigueros. El actual, el Círculo Recreativo y Cultural, luce la herencia con postín, porque puede hacerlo. Se puede ser postinero sin agredir sensibilidades. Se puede tener un exterior descarado, sin que esto humille. Porque el Casino de Trigueros es cosa de todos y orgullo de una localidad que ha sabido levantar este admirable lugar, desde la tradición señorial y culta de sus dos antecesores.
El Casino de Trigueros hay que verlo en tres etapas:
Al entrar, parase a mirar a los lados, arriba y a la reja. Y esperar a que salga mi amigo Pedro para que nos explique algo sobre la serenidad con que nos acogen los ocres y los mármoles de este zaguán atípico y magnífico.
Dentro, sentarse. Mirar sentados. En cualquiera de sus muchas butaquitas pensadas para estar bien. Mirar a todos lados, arriba a la claraboya luminosa o a la balconada corrida que habla de una parte alta discreta y prometedora.
Y finalmente, subir a esa balconada y sus dependencias, para gozar de sus estancias pensadas para el ocio discreto.
Detalle del perchero del casino.Una vez que hayamos satisfecho ese placer algo morboso de la curiosidad, cuando ya tengamos el vaso de la admiración lleno, hay que sentarse en la barra del bar, de hermoso mostrador, que luce con orgullo de historia lejana una placa original con nombre y fecha que son recuerdo y valor histórico.
En este casino soy yo el que tiene amigos y no Marcelo. No sale de su asombro cuando le presento a José Antonio, casinero de herencia y vocación. Y a Pedro, vigilante del bienestar y del confort. En todos los casinos se dejan amigos y buenos. En Trigueros hay una permanente llamada a volver y estos amigos son los culpables de que estar en este lugar de asombro sea, además, agradable.
Trigueros es lugar de tradiciones y de cultura. De libros para leer y rincones para estar.  En el Casino se dan estas características, porque así lo demanda una gestión que camina en esa dirección. Trigueros no está alejado de las rutas habituales. Trigueros aparece en todos los mapas, siempre cercano a cualquier ruta que suba al norte o descienda hacia las costas. Trigueros es un lugar para visitar y gozar de sus valores locales, pero también tiene un casino que puede ser motivo suficiente para ir a Trigueros.
Ese Casino sugiere por fuera y asombra por dentro. Uno no puede imaginar la primera vez que entra en sus aposentos, que haya un casino nuevo, de sede reciente, que pueda ofrecer imagen tan bella, ambiente tan agradable y estética tan admirable. Buen ejemplo de cómo la tradición de un casino puede ser acogida en un lugar concebido para heredar la historia, pero bien pensado, bien hecho y bien conservado.
El libro sobre los casinos de Huelva se presenta el próximo 19 de diciembre en Trigueros. Por eso paramos Marcelo y yo en este Casino, cada vez que en el mapa aparece Trigueros en cercanías asequibles. Trigueros tiene un Casino que no es normal. El Casino de Trigueros responde. Y su belleza también.
Desde fuera, intriga. Al entrar, seduce. En sus butacas, responde. Con amigos, dentro, es un sitio para pedir prórroga y que no cierren.
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